Estamos en un inicio de ciclo lectivo con la complejidad de una pandemia que enmarca una disputa salarial y en un regreso a la presencialidad desprolijo. La última vez que la flota escolar de Islas del Ibicuy se movilizó casi en su totalidad como lo hacía rutinariamente, fue hace casi un año, el viernes 13 de marzo. Días después el mundo se paró. Ese mismo día desde nuestra filial en Villa Paranacito chequeamos que la lancha escolar Sueño entrerriano, fruto de la paritaria de transporte de 2012 estaba inmovilizada e inutilizable en una guardería náutica. En septiembre, desde la Seccional Islas del Ibicuy de AGMER, se denunció que la lancha seguía en el mismo lugar sin modificación alguna. La respuesta desde la DDE Islas del Ibicuy hacia nuestra demanda fue que se habían generado gestiones para su reparación. Pudimos constatar que así fue, pero los expedientes no se mueven sino hay voluntad de quienes deben ejecutar la acción política. En octubre, el gobierno anunció el regreso a la presencialidad a modo de ensayo, en un momento epidemiológico que según los especialistas no era el ideal, pero igual se avanzó, hay que decir de manera improvisada, con partidas de limpiezas atrasadas, y con las escuelas sin estar en condiciones aptas. En Villa Paranacito este ensayo se llevó a cabo en dos escuelas, una primaria y una secundaria. En las que prácticamente no fue necesario el transporte escolar. Mas viento a favor para el gobierno, que seguía sin interesarse en la problemática. De cara al inicio del ciclo escolar 2021 y con la definición tomada del gobierno provincial de regresar a la presencialidad, desde nuestro sindicato expresamos que coincidíamos que debíamos volver, pero de manera progresiva y ordenada, discutiendo territorio por territorio de acuerdo a la situación epidemiológica, con la vacuna en el horizonte considerando las gestiones de CTERA para que llegue a los docentes. Entre nuestras medidas de fuerzas, y con la comisión paritaria de condiciones laborales trabajando y avanzando para dar respuestas a situaciones extraordinarias, se regresó a la presencialidad. Un gran número de escuelas de la provincia regresó, salvo las que se contuvieron en la resolución del último congreso de AGMER, que hace referencias a las que no tienen condiciones de seguridad e higiene, y en el sur, las conocidas como “escuelas de agua”, tal como se las denomina a las escuelas que están en el contexto de islas en el delta entrerriano. Este no regreso se debe a que no están las lanchas en óptimas condiciones debido a que en todo año que pasó el gobierno no invirtió para ponerlas a punto. El relato descripto señala lo que pasó en un año, pero es fruto de años de falta de inversión por parte del gobierno provincial, la que hemos señalado como sindicato docente. Gobierno que se ha descansado en la ayuda que ha brindado la Municipalidad de Villa Paranacito con dos lanchas que han fortalecido la flota escolar pero que no resuelven la cuestión. El gobierno de Bordet, a pesar de la pandemia tuvo un año a favor para resolver la problemática, pero no lo hizo. Cuando leemos declaraciones de funcionarios del C.G.E. que expresan que “el mejor lugar para los chicos es la escuela” o de Bordet diciendo «seguiremos invirtiendo en educación porque entendemos que el futuro de nuestra provincia está en la capacidad que tengamos de generar desde la educación pública las mejores oportunidades para todos nuestros jóvenes en el territorio provincial», está claro de que solo son slogans para la prensa y que no se materializan para los chicos del delta entrerriano. El gobierno provincial sigue teniendo una deuda con el sur entrerriano, y quienes pierden son los chicos.
Abel Antivero, Secretario General.
Lidia Otero, Secretaria Adjunta.
Pablo Frías, Secretario Gremial.
CDD AGMER Islas del Ibicuy.
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